Los eurodiputados reconocen que hay que proteger también a la agricultura UE
En el pleno del pasado 13 de marzo, los miembros del Parlamento Europeo finalmente decidieron mostrar su comprensión hacia los productores y fabricantes afectados de la UE adoptando enmiendas limitadas, pero muy necesarias, a la propuesta de la Comisión sobre las medidas comerciales autónomas (ATMs) adoptadas con Ucrania.
La legislación otorga a la Comisión el poder de actuar con rapidez e imponer las medidas necesarias en caso de que se produzcan perturbaciones significativas en el mercado de la UE, o en los mercados de uno o más países de la UE debido a las importaciones ucranianas, incluido un freno de emergencia para los productos agrícolas especialmente sensibles.
En concreto, han incluido el trigo blando, la cebada, la avena, el maíz y la miel en la activación automática del sistema de medidas de salvaguardia. Desde la oficina de ASAJA en Bruselas se subraya que no es exactamente lo que queríamos (pedíamos como año de referencia 2021/2022 y también la inclusión de las oleaginosas), pero es una mejora significativa.
Esta decisión del Parlamento Europeo es una señal importante, pero mantenemos nuestra cautela, puesto que esta posición aún debe ser confirmada en un diálogo tripartito.
COPA-COGECA, que agrupa a las organizaciones profesionales y cooperativas agrarias europeas, ASAJA entre ellas, subraya que nunca han puesto en duda la necesidad de apoyar a Ucrania, asumiendo una carga importante en los últimos dos años. Por lo tanto, acogemos con satisfacción el apoyo mostrado por los eurodiputados a la comunidad agrícola de la UE.
Dado que estas nuevas medidas entrarían en vigor a principios de junio de este año 2024, nuestras organizaciones permanecen extremadamente vigilantes en cuanto al impacto real de la liberalización comercial y sus repercusiones en todos los sectores de la producción agrícola.
Por último, es importante continuar un debate proactivo sobre cómo evolucionará nuestra relación comercial con Ucrania en el futuro, después de junio de 2025, con especial atención a la vulnerabilidad de los sectores sensibles como es el cerealista, en el que la entrada masiva de cereal ucranio ha hundido los precios percibidos por los agricultores europeos, y en concreto por los de Castilla y León.