Una campaña más la ayuda de las leguminosas para consumo animal, vezas y yeros, sufrirá una penalización por haberse superado la superficie máxima garantizada en la Unión Europea.

Una campaña más la ayuda de las leguminosas para consumo animal, vezas y yeros, sufrirá una penalización por haberse superado la superficie máxima garantizada en la Unión Europea. Este recorte supondrá un 9,39 por ciento de la ayuda a yeros y vezas, que finalmente ascenderá esta campaña a 163,99 euros por hectárea, mientras que la prima a las leguminosas de consumo humano (garbanzos y lentejas) será cobrada completa, 181 euros por hectárea.

Esta penalización, crónica desde hace años puesto que la superficie sembrada con leguminosas tiende a ascender, “es un argumento más a favor del desacoplamiento total de las ayudas de la PAC”, afirma ASAJA. “Si se optara por un desacoplamiento parcial, seguiríamos sometidos a una superficie máxima garantizada nacional y, por tanto, a importes máximos y recortes en las ayudas, lo que impediría en gran medida el desarrollo de un cultivo que es una alternativa de futuro”, puntualiza la organización profesional agraria. En caso de que, como propugna ASAJA, prevaleciera el criterio del desacoplamiento total, quedaría garantizada la ayuda para las leguminosas (que se establecería tomando como referencias los años 2000. 2001 y 2002), que ascendería a 167,38 euros por hectárea.

Hasta ahora, el sistema de ayudas a las leguminosas se basa, como en otras producciones, en superficies máximas garantizadas que no se pueden rebasar. La SMG de la UE para leguminosas es de 400.000 hectáreas, 240.000 para vezas y yeros y las 160.000 restantes para garbanzos y lentejas. Cuando se produce rebasamiento, la sanción se aplica al tipo de leguminosas que le ha generado.

Según las estimaciones de la Consejería de Agricultura, esta campaña se han cultivado en la región 11.726 hectáreas de leguminosas para consumo humano y 68.111 para consumo animal; los datos nacionales ascienden a 113.139 hectáreas en el caso del garbanzo y la lenteja y a 272.152 hectáreas de veza y yero. Es decir, Castilla y León representa alrededor del 10 por ciento de la producción nacional de leguminosas para consumo animal y casi el 25 por ciento en el caso de las de consumo humano.