Estos días, las felicitaciones de Navidad comparten espacio en los buzones de cerca de 600 agricultores y ganaderos de Castilla y León que aguardan su próxima jubilación con una carta de la Dirección General de Industrialización y Modernización Agraria en la que se les anuncia que su solicitud ha sido rechazada por falta de presupuesto.
Tal como venía advirtiendo ASAJA, preocupada y comprometida con este tema, del que en buena parte depende la renovación de los activos agrarios, no existe voluntad política para apoyar este programa. De hecho, se trata de la primera vez en la que la Consejería se escuda en la falta de presupuesto para denegar expedientes que cumplen con los requisitos precisos, denegación que en esta ocasión ha alcanzado un triste récord: son más los rechazados, cerca de 600, que los admitidos, unos 400, un dato que cuando menos choca con la promesa de la Junta de apoyar la incorporación anual de 1.000 jóvenes al campo, cuando para ello es casi siempre preciso que otros agricultores y ganaderos cedan sus tierras y derechos al cesar en la actividad.
Además, junto a la resolución denegatoria la Consejería adjunta una carta, firmada por la directora general de Industrialización y Modernización Agraria, en la que se quiere justificar esta medida, tal vez porque a la misma Administración le parece injustificable, y más remitiéndola en estos días de concordia navideña; a lo mejor tiene problemas de conciencia”, resalta ASAJA. Pero examinando los argumentos defendidos por la Dirección General, lo único que queda claro es que no hay dinero en la Junta para atender a estos expedientes. “Hay que ser cuando menos un ingenuo para creerse que no hay dinero en la Junta de Castilla y León. Lo hay, y mucho, pero no para el campo. Lo que falta es la voluntad y el compromiso político con nuestro sector, que hace mucho tiempo que no está entre las prioridades del Gobierno de esta Comunidad Autónoma”, subraya ASAJA.
Al final, los pretendidos argumentos de la Consejería parecen obedecer más a querer, una vez más, llevar la razón, repitiendo una y otra vez aquello de que “lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible”. Para ASAJA, “son palabras huecas que llevan a aletargar a un sector que lo que necesita es apoyo y entusiasmo, y eso es lo que reclamamos para los agricultores y ganaderos desde nuestra organización agraria”.