Dada la extrema gravedad de los términos defendidos en la última propuesta de reforma de la OCM del azúcar elaborada por la Comisión, que implicarían el abandono de la producción por parte de miles de agricultores de la región, ASAJA de Castilla y León ha pedido una reunión urgente con el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, para crear un frente común en defensa de la continuidad del cultivo de la remolacha en nuestra Comunidad Autónoma y en nuestro país.
Dada la extrema gravedad de los términos defendidos en la última propuesta de la Comisión, que implicarían el abandono de la producción por parte de miles de agricultores de la región, ASAJA de Castilla y León ha pedido una reunión urgente con el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, para crear un frente común en defensa de la continuidad del cultivo de la remolacha en nuestra Comunidad Autónoma y en nuestro país.
Una de la aberraciones contenidas en esta propuesta de reforma es que se unificarían las cuotas de producción, denominadas “A” (la producción que se dirige al consumo propio nacional) y “B” (las toneladas con ayuda a la restitución que la UE exporta). Al fusionarse, la reducción de cuotas pretendida por la Comisión se ejecutaría unilateralmente, “lo que nos parece totalmente injusto, puesto que no es lo mismo ayudar al azúcar destinado a consumo nacional que al excedentario dedicado a la exportación”, subraya ASAJA. La propuesta filtrada habla de una reducción de la cuota de un 7,5 por ciento en el primer año y de un 3 por ciento más cada uno de los tres años siguientes (16,5 por ciento en total tras este periodo). Este recorte de cuotas supondría que Castilla y León perdería casi 10.000 de las 57.000 hectáreas actuales, lo que implicaría una pérdida económica de 32,5 millones de euros.
Respecto a las bajadas de precio, si ya era brutal la reducción del 20 por ciento pretendida anteriormente, ahora se defienden porcentajes escandalosos, de un 32 por ciento en los dos primeros años y de un 11 por ciento más el tercer año. Sólo se compensaría aproximadamente el 60 por ciento de esta bajada con una ayuda desacoplada. ASAJA afirma que, en este sistema que se propugna, “la mayoría de nuestros remolacheros no serían competitivos”. Según los cálculos de ASAJA, por esta reducción de precios el campo de Castilla y León dejaría de ingresar cerca de 77 millones de euros; “es decir –aclara ASAJA– que sumando este capítulo de reducción de precios con el recorte de cuota nuestra región perdería cerca de 100 millones de euros”.
Hay que recordar que en Castilla y León hay cerca de 15.000 explotaciones remolacheras, que cultivan una media inferior a las 5 hectáreas. El esfuerzo realizado por el sector le ha permitido alcanzar en los últimos años unos rendimientos equiparables a otros países punteros en la Unión. Además, la remolacha ha actuado como motor para el desarrollo del resto de cultivos, ya que gracias a su rentabilidad se han modernizado muchas explotaciones, se han sufragado riegos y se ha adquirido maquinaria; y también es el sostén de otros sectores económicos, como las azucareras, el transporte, las empresas de semillas, fitosanitarios y maquinaria, etc.
Detrás de esta propuesta de la Comisión Europea está el deseo de contentar a países terceros, especialmente a Brasil, que produce azúcar de caña en situaciones de dumping social, con costes muy inferiores a los nuestros. Sin embargo, ASAJA advierte que “no por quitar las ayudas a los remolacheros europeos se consigue mejorar las condiciones de vida de los agricultores brasileños, porque son sólo magnates los que, en situación de monopolio, se reparten los cuantiosos beneficios”.