El día 23 de noviembre, el centro de Madrid se vió colapsado por el clamor de miles de agricultores y ganaderos procedentes de toda España que secundaron el llamamiento de ASAJA para manifestarse en la capital contra la política agraria del actual Gobierno y la falta de medidas eficaces para palíar las subidas del precio del gasóleo.
Los agricultores y ganaderos de ASAJA llevaron hasta la capital de España su protesta contra una situación que les obliga a soportar costes de producción disparatados y precios en origen mas bajos que hace 10 años. Además, los planes del Ministerio de Agricultura en lo que respecta a la aplicación de la PAC en España han contribuido a incrementar el grado de descontento y rechazo entre los profesionales agrarios.
Así, a los recortes que impone el reglamento comunitario de las ayudas de la PAC, el ministerio de Agricultura pretende sumar un nuevo recorte adicional del 5% que solo sufrirán los agricultores y ganaderos españoles a partir de la entrada en vigor de la reforma en el 2006. Con ello, España quedará como el único país que reduce voluntariamente los fondos que llegan de forma directa a los agricultores. ASAJA rechaza de plano esta medida y la califica de atropello sin precedentes para el sector.
La petición de desacoplamiento total fue otro de los reclamos más coreados en la manifestación. La pretensión del ministerio de intentan dejar un acoplamiento del 25 % en cultivos herbáceos es, en opinión de nuestra Organización, limitar el progreso y las posibilidades de decisión de los agricultores.
En cuanto al gasóleo, el Gobierno se ha negado a toda supresión o rebaja del Impuesto Especial de Hidrocarburos o el IVA con lo que las medidas finalmente adoptadas resultan absolutamente insuficientes para paliar los mas de 300 millones de pérdidas que acumula el sector. En este sentido, durante la protesta se ha exigido la puesta en marcha de un gasóleo profesional agrario y el incremento del IVA percibido por los agricultores.
ASAJA considera que el Gobierno debe escuchar las voces de los agricultores y ganaderos desplazados desde todos los puntos de España a Madrid y adoptar medidas que garanticen la continuidad de los profesionales agrarios en el ejercicio de su actividad.