La nueva política láctea anunciada por el Ministerio de Agricultura, cuyas primeras medidas legislativas se aprobaron el viernes pasado en el Consejo de Ministros, ha provocado una incertidumbre tal en el sector que el valor de la cuota se ha devaluado en pocos días al menos un 25 por ciento. De esta forma, el valor patrimonial de los ganaderos de Castilla y León ha caído en más de 126 millones de euros (unos 21.000 millones de pesetas).
La organización agraria ASAJA exige que permanezca la posibilidad de transferir cuotas sin restricciones entre particulares, lo mismo que ocurre en toda Europa, lo mismo que se ha hecho aquí desde el año 1986, y lo mismo que ocurre con otros derechos de producción (viñedo, nodrizas, remolacha, ovino…). Este mecanismo de autorregulación del mercado no es incompatible con la existencia de planes de abandono voluntarios, incentivados con dinero público, y con el posterior reparto de la cuota recuperada entre ganaderos profesionales atendiendo a criterios económicos y sociales, algo que ASAJA no sólo ha apoyado sino que ha exigido a las diferentes administraciones.
La organización agraria ASAJA recuerda que quien más ha contribuido a elevar el precio de la cuota ha sido el Estado, y en concreto el actual Gobierno socialista que acaba de aprobar las solicitudes del último plan de abandono pagando hasta 84 céntimos de euro por kilo de cuota, lo que representa una cifra entre un 40 y un 50 por ciento superior al precio de mercado.
ASAJA entiende que el Estado inicia con este cambio una política de expropiación del patrimonio de los ganaderos, que va a atacar a las explotaciones más viables haciéndoles perder competitividad, y que va a propiciar un repunte de la venta de leche sin cuota, algo que ni al sector ganadero, ni al consumidor, ni al Estado, interesa.
La organización agraria ASAJA sigue defendiendo los mismos planteamientos de siempre para este sector: procurar apoyo a las explotaciones viables o con posibilidades de serlo por la vía de reparto de cuotas en condiciones ventajosas y la de modernización de las estructuras productivas; y facilitar una salida digna del sector a los titulares de edades avanzadas con explotaciones no competitivas adquiriéndoles su cuota y sobre todo propiciando medidas generosas de cese anticipado en la actividad agraria (jubilación anticipada).
En la nueva campaña lechera que se inicia el 1 de abril habrá en Castilla y León cerca de 4.000 ganaderos de leche, con una cuota disponible de unos 840 millones de litros.