La organización agraria ASAJA de Castilla y León manifiesta su más absoluto rechazo al Plan Nacional de Reestructuración del Sector Productor Lácteo que se ha dado a conocer esta semana por el Gobierno, por entender que perjudica a los intereses de los ganaderos profesionales de esta región.
La organización agraria ASAJA considera que la nueva política lechera está encaminada para perjudicar los intereses de las ganaderías que en los últimos años han hecho importantes inversiones económicas para competir en el mercado, inversiones traducidas en la compra de cuota, mejora genética, maquinaria e instalaciones. ASAJA coincide con el Gobierno en el deseo de potenciar la explotación familiar ganadera, pero explotación familiar es la que se sustenta en una familia de ganaderos, independientemente del tamaño de la explotación, pues tan familiar es una explotación de 60.000 litros de cuota como otra que ha hecho un mayor esfuerzo inversor y tiene 600.000.
El Ministerio de Agricultura ya ha plasmado en un documento su decisión de no permitir la transferencia de cuotas entre particulares, por lo que a partir de ahora, una explotación sólo puede crecer cuando el Gobierno quiera y en la cuantía que éste establezca, respondiendo a criterios que muchas veces serán más políticos que técnicos y económicos. ASAJA entiende que esto va contra las reglas del mercado, que se restará dinamismo y competitividad al sector, que supondrá una pérdida patrimonial de los ganaderos, y que además de conducir a un sector de subsistencia, abocará al cierre a muchas explotaciones.
ASAJA de Castilla y León critica que el mayor esfuerzo de la administración sea para apoyar un tipo de explotación que ya es minoritario en Castilla y León, y que se “castigue” a quienes ya se les considera ricos por tener cuotas más altas adquiridas a base de mucho sudor y asumiendo enormes riesgos empresariales. Cuando la media de Castilla y León está ya en los 200.000 kilos de cuota por explotación, la prioridad del Gobierno es potenciar las de menos de 175.000 kilos.
ASAJA critica igualmente que el Gobierno beneficie en su nueva política láctea a las explotaciones en función de sus superficies forrajeras, algo que puede beneficiar a la cornisa Cantábrica pero que castiga dura e injustamente a esta región. En Castilla y León no abundan los prados, por tanto la superficie forrajera de las ganaderías de leche es pequeña y muchas veces nula, pero la alimentación basándose en alfalfa y ensilados de maíz es más competitiva; por eso sin vivir en la España verde nuestras ganaderías no tienen nada que envidiar a las que cuentan con abundantes pastos. ASAJA entiende que este factor que se introduce por vez primera en la normativa lechera es un guiño a la comunidad gallega en puertas a unas elecciones autonómicas.
Por otra parte, el Plan del Gobierno (que previsiblemente será aprobado en el mes de mayo) olvida algo para ASAJA fundamental y que hasta ahora ha dado buenos resultados, como es incentivar el abandono voluntario de explotaciones no viables con titulares de edades avanzadas. En este sentido, ASAJA exige medidas específicas apoyadas en parte en las indemnizaciones de la cuota abandonada, pero sobre todo en un cese o jubilación anticipada que no se base en pensiones de miseria como el actual.