Por lo visto, la Consejería de Agricultura no se aclara, y dice ahora que ha tramitado un «elevado número de solicitudes» del Plan Renove. ASAJA afirma que la Agricultura quiere esconder una negligencia administrativa con la injustificada ampliación del plazo de resolución de estas ayudas.
ASAJA criticó estas ayudas por tener un presupuesto absolutamente insuficiente, que no permitía dar una ayuda atractiva para los solicitantes, ni permitía atender a un número significativo de profesionales del sector. Pero también y sobre todo, se criticó por las trabas administrativas que se ponían para acogerse a las mismas, que hicieron que el número de solicitudes en la región no pasase de un testimonial escaso centenar. ASAJA entendió en su momento que la Junta tampoco compartía los criterios del MAPA respecto a esta línea de ayuda que se veía desde el principio abocada al fracaso.
Las ayudas consistían en una subvención de hasta 30 euros por caballo de potencia del tractor achatarrado, que se incrementaban por ser explotación prioritaria, ser agricultor joven o estar la explotación en zona desfavorecida.
En la Orden que firma hoy el consejero, se justifica la ampliación del plazo por el “elevado número de solicitudes” que no han podido resolverse a pesar de “haber agotado todos los medios a disposición posibles”. Lo que ha podido saber ASAJA es que la Dirección General correspondiente se había olvidado de los expedientes, que dormían el sueño de los justos en las secciones de los Servicios Territoriales en cada una de las nueve provincias. Una vez más es la Dirección General de la Producción Agropecuaria, por una gestión nefasta y negligente, la que mete al consejero de Agricultura en un apuro político para el que tendrá difíciles explicaciones. Ahora será el consejero quien tendrá que aclarar si la ayuda del Plan Renove de Tractores ha sido un éxito de convocatoria, o si por el contrario un auténtico fracaso, al no pedirla prácticamente nadie en toda la región.
La crítica que hace ASAJA es llover sobre mojado. A la misma Dirección General se le ha acusado de ser incapaz de tramitar las ayudas a la sequía o las ayudas al gasóleo, resolviendo tarde los expedientes y denegando sin razón miles de ellos que ahora se están recurriendo, con los consiguientes perjuicios para los administrados.