La normativa que regula la aplicación del régimen de pago único y otros regímenes de ayuda directa a la agricultura y ganadería establece, en el caso de las ayudas acopladas para el sector ovino y caprino, la exigencia de mantener en la explotación durante un periodo de cien días, a partir de la finalización del plazo de presentación de solicitudes, un número de animales, al menos igual, a aquel por el que se haya solicitado la prima.
Con motivo de la ampliación del plazo de solicitud para esta campaña, el periodo de retención terminará prácticamente a finales del mes de agosto, lo que supondrá un grave perjuicio para los ganaderos de este sector, ya de por sí bastante penalizados.
Debido a las condiciones climatológicas extremas durante los meses de julio y agosto es prácticamente imposible la existencia de pastos para la alimentación de los animales, lo que produce inexorablemente un fuerte incremento de costes en la alimentación de los animales en especial de las ovejas y cabras de desvieje. Según nuestros cálculos, durante ese período se produce un sobrecoste en la alimentación de, aproximadamente, diez euros por animal a sacrificar lo que supone cerca del 10 por ciento de los efectivos del rebaño.
Además, durante el período de estío son escasas las posibilidades de sacrificio y venta de ovejas, lo que conlleva unos precios muy bajos para estos animales con la consiguiente pérdida para el productor, casi el doble que si pudiera sacrificar a finales de primavera o principios de verano.
Otro efecto pernicioso que origina alcanzar de pleno el verano con el periodo de retención pendiente es el retraso que supone el movimiento de los animales trashumantes con las consiguientes pérdidas, al prohibirse el traslado hasta la finalización de dicho plazo.
Por todo ello, desde ASAJA nos hemos dirigido a las autoridades del ministerio de Agricultura para que con carácter urgente inicien las gestiones oportunas ante la Comisión europea a fin de que, al igual que en la campaña pasada, el período de retención para las ovejas y cabras finalice como muy tarde el próximo 30 de junio.
No debemos olvidar que estos problemas podrían estar definitivamente solucionados con decisiones de carácter nacional, es decir, adoptando la modalidad del desacoplamiento total, cuestión a la que sin duda la Comisión aludirá ante nuestra solicitud.