Los agricultores y ganaderos de la región perdemos 25 millones de euros este año
Finalizada la campaña PAC de 2005 y concluidos los pagos, los datos que ASAJA maneja en cuanto a retenciones de esos pagos en concepto de modulación arrojan una cantidad de 25 millones de euros que los agricultores y ganaderos de esta región han dejado de percibir y cuyo destino será la “financiación de ayudas agroambientales y otras medidas de acompañamiento”, según la información que llega de la Junta de Castilla y León.
ASAJA ya denunció en su día, al inicio de la campaña, que este sistema penaliza a los agricultores a título principal, mientras que los que se libran de las retenciones son quienes, además de la agricultura, tienen otros medios de vida, ya que se exime a quienes perciben menos de 5.000 euros al año en ayudas.
Y ello se agrava si tenemos en cuenta que además, el dinero que los ATP dejan de percibir no revierte de nuevo en el sector y sus profesionales, sino que se destinará a hacer política, dentro de ese cajón de sastre que denominan “desarrollo rural”, con lo que nuestros agricultores y ganaderos están financiando lo que la administración debería financiar habilitando presupuestos extraordinarios, en lugar de detrayéndolo de los pagos a los que los profesionales del sector tienen derecho.
De cara al futuro, y si las decisiones a nivel europeo quedan como están, el 3% que se ha retenido en esta campaña a todos los pagos agrícolas se convertirá en un 4% en la campaña 2006 (lo que supondrá 33 millones de euros), y en un 5% de la campaña 2007 en adelante (42 millones), lo que sin duda influirá negativamente en la competitividad e incluso en la supervivencia de muchas explotaciones de la región.
El importe total percibido por los agricultores y ganaderos incluye las ayudas a los cultivos herbáceos (cereales, oleaginosas, proteaginosas, lino no textil, lino textil, cáñamo y retirada de tierras), leguminosas grano y primas ganaderas (ovino-caprino, vaca nodriza, sacrificio de bovinos y prima especial de bovinos machos).
ASAJA ya denunció en su día, al inicio de la campaña, que este sistema penaliza a los agricultores a título principal, mientras que los que se libran de las retenciones son quienes, además de la agricultura, tienen otros medios de vida, ya que se exime a quienes perciben menos de 5.000 euros al año en ayudas.
Y ello se agrava si tenemos en cuenta que además, el dinero que los ATP dejan de percibir no revierte de nuevo en el sector y sus profesionales, sino que se destinará a hacer política, dentro de ese cajón de sastre que denominan “desarrollo rural”, con lo que nuestros agricultores y ganaderos están financiando lo que la administración debería financiar habilitando presupuestos extraordinarios, en lugar de detrayéndolo de los pagos a los que los profesionales del sector tienen derecho.
De cara al futuro, y si las decisiones a nivel europeo quedan como están, el 3% que se ha retenido en esta campaña a todos los pagos agrícolas se convertirá en un 4% en la campaña 2006 (lo que supondrá 33 millones de euros), y en un 5% de la campaña 2007 en adelante (42 millones), lo que sin duda influirá negativamente en la competitividad e incluso en la supervivencia de muchas explotaciones de la región.
El importe total percibido por los agricultores y ganaderos incluye las ayudas a los cultivos herbáceos (cereales, oleaginosas, proteaginosas, lino no textil, lino textil, cáñamo y retirada de tierras), leguminosas grano y primas ganaderas (ovino-caprino, vaca nodriza, sacrificio de bovinos y prima especial de bovinos machos).