La OPA pide que la nueva PAC “ofrezca una atención específica para un sector que exige fuertes inversiones y un trabajo no recompensado”

Con ocasión de la celebración mañana viernes de San Antón, santo protector de los animales domésticos y por tanto patrón de los ganaderos, ASAJA de Castilla y León quiere subrayar el papel de la ganadería tanto en la economía regional como en concreto en el sector primario, del que es motor imprescindible, como demuestra que en los últimos datos disponibles de las cuentas económicas de la agricultura de Castilla y León la rama ganadera aporte más valor incluso que la agraria.

San Antón llega este año coincidiendo con el tramo final de negociaciones para aplicar la nueva PAC en nuestro país, un tema especialmente sensible para la ganadería, que ha sido sistemáticamente marginada desde Bruselas. ASAJA recuerda a las administraciones competentes, Ministerio y Consejería, la necesidad de que buena parte de los pagos acoplados y también un porcentaje sustancial de los fondos de desarrollo rural se dirijan específicamente al sector ganadero.

Los últimos tiempos han permitido conceder cierta esperanza a los profesionales de la ganadería, especialmente gracias a la subida sostenida de los precios de la leche y también a los aceptables precios de la carne, en buena medida a causa de la creciente exportación. ASAJA advierte que, como bien saben los ganaderos, los mercados son muy variables, “por lo que es importante que haya estrategias y acuerdos que den garantías de estabilidad al sector”. Igualmente, es necesario que nuestro país “refuerce y facilite nuestra capacidad exportadora, abriendo nuevos mercados”.

ASAJA considera que hay que trabajar para allanar en todo lo posible las condiciones a los ganaderos, un trabajo que implica unas inversiones en general más elevadas que las agrarias y además exige una dedicación intensa y continua por parte de los profesionales. En este contexto se entiende que sólo una de cada cuatro incorporaciones, aproximadamente, se dirijan a la ganadería. “Estos nuevos ganaderos, así como los que están en activo, necesitan todas facilidades posibles, no sólo porque son el motor de la economía, sino también porque son el corazón de un amplio territorio con un grave problema de despoblación”, indica ASAJA. 

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