Contra lo ocurrido en años anteriores de la crisis económica, en los que gracias al repunte de la agricultura se salvaba al menos en parte la debacle del Producto Interior Bruto (PIB) regional, este año los agricultores han sufrido un duro varapalo económico, que repercute tanto en su economía familiar como en el entorno rural, puesto que se reduce su capacidad de inversión.
La renta agraria de 2014 no ha podido capear la intensa caída del sector predominante en la Comunidad Autónoma, el cerealista, que ha soportado una campaña muy mala, tanto en producciones como en precios. “Contra lo ocurrido en años anteriores de la crisis económica, en los que gracias al repunte de la agricultura se salvaba al menos en parte la debacle del Producto Interior Bruto (PIB) regional, este año los agricultores han sufrido un duro varapalo económico, que repercute tanto en su economía familiar como en el entorno rural, puesto que se reduce su capacidad de inversión”, subraya ASAJA de Castilla y León, que considera que este retroceso de la agricultura es lo más significativo del balance agroganadero del campo de la Comunidad Autónoma a lo largo del año que concluye.
En cuanto a producciones agrarias, además de la mala cosecha cerealista y también los malos precios del girasol y del maíz, ASAJA ha subrayado el catastrófico año que ha vivido el sector de la patata, con unos precios ínfimos que en muchos casos ni siquiera han compensado el arranque y transporte del tubérculo. En el lado positivo, destacar que 2014 ha sido un buen año para los forrajes, ya que la lluvia se ha repartido de una forma más uniforme a lo largo de los meses, e incluso en estas fechas todavía en muchas zonas de la región hay forrajes y pastos disponibles, lo que ha abaratado considerablemente los costes de producción de los ganaderos.
En cuanto a la ganadería, los mejores momentos los ha tenido el sector ovino y caprino, con una revalorización del precio de la leche, mientras que lo han tenido más difícil los sectores ganaderos de carne, en especial el porcino, con un freno de los precios a raíz del “veto ruso”, “no porque desde aquí se exportara a Rusia, pero sí lo hacían otros países europeos, lo que ha congestionado el mercado interno”, explica ASAJA.
También meses difíciles ha vivido el sector del vacuno lechero, primero por una caída de unos cuatro céntimos en el precio del litro de leche, que sitúa a las explotaciones en el límite de la rentabilidad. Por si fuera poco, el inminente cambio de sistema, hacia la liberalización de las cuotas, ha disparado la producción y se da por segura una importante penalización, que se concretará en los primeros meses de 2015.
Respecto al contexto político, 2014 ha sido un año intenso de negociaciones para cuajar la normativa nacional que vertebrará el nuevo marco de la Política Agrícola Común, que regirá hasta 2020. Un año también de sobresaltos por las dificultades que pone Bruselas para acotar que las ayudas den total prioridad a los profesionales del campo, tal como reclama ASAJA Castilla y León.
Por último, Donaciano Dujo, presidente de ASAJA de Castilla y León ha pedido a los castellanos y leoneses que, como consumidores, elijan los productos agroalimentarios que se producen en nuestra tierra, tal como invita la campaña de la organización, “En Navidad compra lo mejor, compra lo nuestro”.