ASAJA de Castilla y León repartirá 2.500 briks de leche en protesta por el descalabro de precios que soporta desde hace meses el sector ganadero. El reparto, que será el jueves 16 de julio en la Plaza del Milenio de Valladolid, comenzará a las 12:15 horas.
El próximo jueves ASAJA de Castilla y León repartirá 2.500 briks de leche en protesta por el descalabro de precios que soporta desde hace meses el sector ganadero, obligado a producir por debajo de costes si no quiere que le dejen de recoger la producción. El reparto, que será el jueves 16 de julio en la Plaza del Milenio de Valladolid, comenzará a las 12:15 horas, y contará con el respaldo de ganaderos de vacuno de leche de las provincias de la Comunidad Autónoma.
La desaparición del sistema de cuotas ha provocado una situación caótica en el sector, que en teoría podría incrementar su producción al liberalizarse el mercado y ser nuestro país deficitario en leche, pero por el contrario lo que ha ocurrido es que se han hundido los precios y encima la industria rechaza comprar más litros, porque contra toda lógica sigue entrando leche importada, pagada incluso a mayor precio que aquí en sus países de origen.
Aunque ASAJA considera “primeros responsables de la ruina de los ganaderos a la industria, muchas veces con estructuras obsoletas, y que pretende ser rentable exprimiendo al ganadero, y a la distribución, que sigue considerando a la leche como un producto reclamo y de precio mínimo”, apunta también a la responsabilidad de las administraciones. Se sitúa así ASAJA en la línea del Parlamento Europeo, que el pasado martes adoptaba una resolución de apoyo a los ganaderos, documento que supone un verdadero rapapolvo tanto para la Comisión Europea como para los distintos Estados miembros.
Comisión, Ministerio y Consejería, cada uno en su nivel competencial, pese a las advertencias del sector de lo que podía significar este cambio de sistema, “no han tomado las medidas adecuadas para garantizar la pervivencia de los ganaderos. Su postura ha sido dejar pasar el tiempo, y estas son las consecuencias”, lamenta ASAJA. Se da la contradicción de que el contexto actual mundial apunta las grandes posibilidades de expansión del sector lácteo europeo, “por lo que apretar las tuercas a nuestros ganaderos hasta que echen el cierre es un grave error económico y político, porque detrás del cierre de granjas llegará el de industrias, una menor oferta y la dependencia de importaciones a precios mucho mayores”.