La falta de limpieza de los cauces acentúa inundaciones que ocasionan importantes daños patrimoniales a los agricultores
Un abril insólito por la persistencia y cantidad de precipitaciones, unido a las avalanchas de agua provocadas por los desembalses de los pantanos del Duero, están multiplicando las hectáreas agrícolas anegadas. Tal como denuncia ASAJA de Castilla y León, los daños son visibles a lo largo de buena parte de la cuenca, principalmente en el ramal norte, llegando mucho más allá de las áreas cercanas a los ríos principales, porque los desbordamientos se han extendido por riachuelos y regatos que habitualmente apenas llevan agua.
“Una vez más –denuncia ASAJA– un fenómeno natural e inevitable como es la lluvia acaba acarreando pérdidas al campo, pérdidas que sí hubieran sido al menos en buena parte evitables si desde la Confederación Hidrográfica del Duero cumplieran con su obligación de limpiar y adecuar los cauces”. También cuestiona la OPA los momentos que se elijen para abrir los aliviaderos de los pantanos, “que a veces agravan más que alivian el problema”.
Aunque es pronto para valorar económicamente las pérdidas ocasionadas por las inundaciones, se constatan daños tanto en fincas de cereal crecido, en las que las plantas se pueden echar a perder por el exceso de humedad, como en las fincas recientemente sembradas, en las que con toda seguridad habrá que resembrar. En este caso están cultivos típicos de primavera en zonas de regadío, como son el maíz, la remolacha, la patata o los forrajes, para los que los agricultores tendrán que aprovisionarse de nuevo de simiente.
ASAJA recuerda a los agricultores que, tanto en el caso de pérdidas de cultivo, como en el de daños en las fincas (arrastre de tierras u otros), tienen la posibilidad de presentar la correspondiente denuncia por daños patrimoniales ante al Confederación, si consideran que ha existido negligencia en la actuación del organismo de gestión de cuenca. En este sentido, ASAJA pide a la CHD “que no se escaquee como acostumbra, y no recurra a argucias burocráticas para desentenderse de las denuncias que presenta el sector”.
Foto: tierras inundadas por el Arlanzón, en Villavieja de Muño.