Jesús emigró de joven a Barcelona, y por poco no se queda en Transmediterránea. Pero para formar una decidió regresas a su pueblo natal, y desde hace 23 años vive en el mismo lugar donde nació.
Jesús emigró de joven a Barcelona, y por poco no se queda en Transmediterránea. Pero para formar una decidió regresas a su pueblo natal, y desde hace 23 años vive en el mismo lugar donde nació. Herrín de Campos es una localidad pequeña –“209 habitantes”, matiza Jesús, que para eso es el alcalde–, muy alejada de la capital, Valladolid, y a un paso del límite con Palencia. Sus problemas son los de muchos lugares del medio rural de la región: malas comunicaciones, pocos servicios y una población que cada vez suman más años. Y su economía es muy, muy agraria: más de una treintena de sus vecinos trabaja en la agricultura y la ganadería.
Él mismo lleva una explotación de ovino de extensivo. Una explotación que empezó casi desde cero, echando todas las horas. “Sabía lo que era el campo, lo había vivido en casa. Pero lo que no sabía era que el precio de la leche iba a seguir igual después de tantos años. Y eso que estamos mejor que los ganaderos de vacuno”, se lamenta. Tiene algo de agricultura, más bien para mantener la ganadería, que es la que se lleva el mayor esfuerzo. Sincero, admite que esto “no da para otro sueldo digno, en todo caso para explotar a un inmigrante, pero yo no soy de esa condición”, así que el trabajo lo asume él, a veces con el apoyo de su mujer, y ahora con el de su hijo, recién incorporado a la profesión. Esta nueva instalación le ha hecho replantearse la explotación, “porque ya no basta con mantenerse, hay que modernizarse en lo posible”, comenta.
En su opinión, el futuro no pasa tanto por ampliar la cabaña como por retener el valor añadido de la transformación. Hoy, la leche de las ovejas de la zona se comercializa a través de una cooperativa, lo que permite mejorar algo el precio. Pero Jesús está trabajando junto a otros ganaderos para conseguir una denominación de origen para el queso de Villalón. “Sería bueno que consiguiéramos crear pequeñas industrias de transformación”, comenta.