Esta vez, o existe un compromiso claro en su programa con el campo o los dirigentes de ASAJA votaremos en blanco en las próximas elecciones, y desearemos que nuestros afiliados, simpatizantes y amigos nos secunden.
Estamos asistiendo en estos días a la presentación por parte de los partidos políticos, unos más madrugadores que otros, de las directrices de su programa en las diferentes materias de cara a las elecciones generales del mes de marzo. Es de suponer que las diferentes opciones políticas concurren al proceso electoral con un programa, y es de suponer que a los votantes nos interesa el contenido de dichas propuestas y que en función del mismo se define en gran medida nuestra simpatía por uno u otros. Así, se está hablando de educación, de política exterior, del modelo de sanidad, de economía e impuestos, de política social, de defensa, y un largo etcétera. Y hablarán algo de agricultura, aunque como tema menor no saldrá en las televisiones, y volverán a repetir ese mensaje ya manido de apoyo al cooperativismo, a los jóvenes, al medio rural, a la comercialización de los productos, la agricultura ecológica, y a que nos lleven lo de Internet hasta nuestras casas.
No habrá en materia de agricultura y ganadería ningún compromiso serio y concreto, no se aportará nada novedoso, no se prometerá más dinero para apoyar al campo, las infraestructuras serán cuatro migajas, no nos bajarán los diferentes impuestos que pagamos –y me refiero no sólo al IRPF sino a otros como los que graban el gasóleo, el IVA que soportamos, el impuesto de transmisiones… – y, en definitiva, harán lo posible para que sigamos trabajando y callando como hasta ahora.
Hasta aquí es como siempre, elección tras elección, pero este año hay algo distinto. La reforma de la PAC está recién aprobada y se da facultad a los estados miembros para que adopten unas u otras decisiones a la hora de efectuar determinado desarrollo normativo. Entre otras cuestiones, se puede decidir sobre algo tan fundamental como el momento de aplicarse la reforma y si se opta por el desacoplamiento total o parcial de las ayudas. ASAJA y cualquier agricultor medianamente inteligente que eche números sabe que dentro de las opciones que nos ofrecen la mejor es la del desacoplamiento total de todas las ayudas agrícolas y ganaderas y su aplicación ya en el 2005 para evitar incertidumbres.
Estas decisiones son fundamentales para nuestro futuro, y los diferentes partidos políticos no quieren dar a conocer su postura antes de las elecciones para no verse perjudicados en los votos. Quieren aplicar lo contrario de lo que queremos los agricultores y ganaderos y además hacerlo a la traición. Quieren que les votemos sin desvelarnos su programa, o lo que es peor, que les votemos cuando nosotros sabemos que van a hacer algo que no va en su programa y que nos va a perjudicar gravemente en nuestros intereses. Quieren engañarnos como lo han hecho tantas y tantas veces. Pero esta vez, o existe un compromiso claro en su programa con el campo o los dirigentes de ASAJA votaremos en blanco en las próximas elecciones, y desearemos que nuestros afiliados, simpatizantes y amigos nos secunden. De esta forma los políticos harán, como siempre, lo que quieran, pero al menos no van a engañarnos.
No habrá en materia de agricultura y ganadería ningún compromiso serio y concreto, no se aportará nada novedoso, no se prometerá más dinero para apoyar al campo, las infraestructuras serán cuatro migajas, no nos bajarán los diferentes impuestos que pagamos –y me refiero no sólo al IRPF sino a otros como los que graban el gasóleo, el IVA que soportamos, el impuesto de transmisiones… – y, en definitiva, harán lo posible para que sigamos trabajando y callando como hasta ahora.
Hasta aquí es como siempre, elección tras elección, pero este año hay algo distinto. La reforma de la PAC está recién aprobada y se da facultad a los estados miembros para que adopten unas u otras decisiones a la hora de efectuar determinado desarrollo normativo. Entre otras cuestiones, se puede decidir sobre algo tan fundamental como el momento de aplicarse la reforma y si se opta por el desacoplamiento total o parcial de las ayudas. ASAJA y cualquier agricultor medianamente inteligente que eche números sabe que dentro de las opciones que nos ofrecen la mejor es la del desacoplamiento total de todas las ayudas agrícolas y ganaderas y su aplicación ya en el 2005 para evitar incertidumbres.
Estas decisiones son fundamentales para nuestro futuro, y los diferentes partidos políticos no quieren dar a conocer su postura antes de las elecciones para no verse perjudicados en los votos. Quieren aplicar lo contrario de lo que queremos los agricultores y ganaderos y además hacerlo a la traición. Quieren que les votemos sin desvelarnos su programa, o lo que es peor, que les votemos cuando nosotros sabemos que van a hacer algo que no va en su programa y que nos va a perjudicar gravemente en nuestros intereses. Quieren engañarnos como lo han hecho tantas y tantas veces. Pero esta vez, o existe un compromiso claro en su programa con el campo o los dirigentes de ASAJA votaremos en blanco en las próximas elecciones, y desearemos que nuestros afiliados, simpatizantes y amigos nos secunden. De esta forma los políticos harán, como siempre, lo que quieran, pero al menos no van a engañarnos.