Desde la toma de posesión del actual Gobierno, nos hemos ido acostumbrando a actuaciones ministeriales contradictorias, cuando no incongruentes. Y, como botón de muestra, están los dos ministerios que principalmente se vinculan al sector agrícola y ganadero.
Desde la toma de posesión del actual Gobierno, nos hemos ido acostumbrando a actuaciones ministeriales contradictorias, cuando no incongruentes. Esa frase hecha de que el Partido Socialista no estaba preparado para gobernar ni el Partido Popular para ser oposición, ha quedado demostrada vista la trayectoria de los últimos seis meses de las dos formaciones políticas principales de este país. Y, como botón de muestra, están los dos ministerios que principalmente se vinculan al sector agrícola y ganadero. En el Ministerio de Medio Ambiente, su máxima responsable, la señora Narbona, con una experiencia política dilatada y, por lo que está demostrando, nada afín a nuestro sector, vemos cómo toma protagonismo político con actuaciones en ningún caso favorables a nuestros intereses, poniendo a la sociedad en nuestra contra y acusando a los agricultores de malgastar el agua que nos “regalan” los presupuestos estatales. Y nada más lejos de la realidad, porque de sobra sabemos los regantes el esfuerzo económico que supone regar en Castilla y León, que tienen que asumir tanto el coste de las infraestructuras hidráulicas, como los derivados de su mantenimiento y de la gestión del agua, entre otros gastos. Pero desde luego, si sus actuaciones han sido desgraciadas y a menudo ha metido la pata, sus últimas decisiones son especialmente graves, ya que estrangulan la posibilidad en la comarca del Arlanza de tener una salida digna y profesional para las más de 6.000 hectáreas proyectadas con el pantano de Castrovido. Por primera vez, en una obra aprobada, consensuada y en ejecución, se ha modificado la cota, convirtiendo un pantano en un charco de ranas, quizás con el único objetivo de ofrecer posibilidades turísticas para intereses privados. No merece esta decisión otro calificativo que de prepotente, antieconómica y antisocial, y por lo tanto esta organización expresa su máxima repulsa a la decisión de la ministra de Medio Ambiente, amparada por la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero.
Otro capítulo es la actuación de nuestra ministra de Agricultura. Se pasan las semanas y los meses y poco o nada sabemos de ella y de su trabajo. Sí del secretario general, Fernando Moraleda, que tiene por costumbre ir anunciando en los medios de comunicación lo que tendría que anunciar y consensuar con las organizaciones agrarias en las reuniones que se deberían mantener y no se mantienen en el MAPA. Parece que su estrategia es lanzar globos sonda para descubrir las posibles reacciones a su desafortunada forma de actuar. No es lógico que en temas tan importantes y de tanta trascendencia como es la reforma de la política agraria comunitaria, la reforma de la OCM del sector remolachero y la subida de los carburantes, no tengan conocimiento directo las organizaciones de las opiniones y actuaciones que tienen previsto desarrollar el Gobierno. Y por supuesto, mucho menos se molestan en preguntar y tener en cuenta la opinión del sector, que está reclamando el desacoplamiento total de las ayudas para que los profesionales podamos enfocar nuestra actividad productiva de la forma que sea más rentable para nuestras explotaciones. Y en el tema del azúcar, tampoco está demostrando el presidente del Gobierno, pese a sus buenas palabras, haber tomado conciencia de que la reforma del sector remolachero debe tratarse a nivel de estado, porque es una amenaza cierta que acarrearía una monumental catástrofe económica para esta región.
Eso, siempre que podamos aguantar la subida indiscriminada y abusiva que han tenido los carburantes, así como otros productos que tienen relación directa con él, como fertilizantes, herbicidas, fungicidas, insecticidas, plásticos… Sigue estudiando el Ministerio de Agricultura, en combinación con el señor Solbes, ministro de Economía, posibles actuaciones para paliar la crisis. Parece ser que pensaban escudarse en la Unión Europea para que ésta declarase que las posibles soluciones eran incompatibles con la normativa comunitaria, y así ahorrarse presupuesto y problemas; pero como ya sabíamos y así lo ha manifestado la Comisión, es decisión del gobierno español aprobar un gasóleo profesional, reduciendo hasta casi su totalidad el impuesto de hidrocarburos, bajando el IVA de los carburantes del 16 al 7 por ciento, e incrementando todas las deducciones fiscales de este sector así como los gastos de difícil justificación.
Como presidente de ASAJA de Castilla y León, pido a este Gobierno que gobierne, y a su máximo responsable, el señor Rodríguez Zapatero, que se acuerde de lo que prometió en campaña electoral: favorecer a los sectores más desprotegidos de la sociedad y consensuar con ellos las medidas encaminadas a ello. Lamentablemente, en el periodo que usted lleva ejerciendo como presidente de Gobierno y por tanto de los responsables de los ministerios afectados, al sector agrícola y ganadero no sólo no le ha favorecido, sino que su política le está perjudicando gravemente, y tanto los responsables de Ministerio de Agricultura, como de Medio Ambiente, Economía y Trabajo y Seguridad Social, ni han hablado, ni por supuesto, consensuado, punto alguno con el sector. Lisa y llanamente, o no han hecho nada para ayudarle, o lo que han hecho, por decreto, es para perjudicarle.
Otro capítulo es la actuación de nuestra ministra de Agricultura. Se pasan las semanas y los meses y poco o nada sabemos de ella y de su trabajo. Sí del secretario general, Fernando Moraleda, que tiene por costumbre ir anunciando en los medios de comunicación lo que tendría que anunciar y consensuar con las organizaciones agrarias en las reuniones que se deberían mantener y no se mantienen en el MAPA. Parece que su estrategia es lanzar globos sonda para descubrir las posibles reacciones a su desafortunada forma de actuar. No es lógico que en temas tan importantes y de tanta trascendencia como es la reforma de la política agraria comunitaria, la reforma de la OCM del sector remolachero y la subida de los carburantes, no tengan conocimiento directo las organizaciones de las opiniones y actuaciones que tienen previsto desarrollar el Gobierno. Y por supuesto, mucho menos se molestan en preguntar y tener en cuenta la opinión del sector, que está reclamando el desacoplamiento total de las ayudas para que los profesionales podamos enfocar nuestra actividad productiva de la forma que sea más rentable para nuestras explotaciones. Y en el tema del azúcar, tampoco está demostrando el presidente del Gobierno, pese a sus buenas palabras, haber tomado conciencia de que la reforma del sector remolachero debe tratarse a nivel de estado, porque es una amenaza cierta que acarrearía una monumental catástrofe económica para esta región.
Eso, siempre que podamos aguantar la subida indiscriminada y abusiva que han tenido los carburantes, así como otros productos que tienen relación directa con él, como fertilizantes, herbicidas, fungicidas, insecticidas, plásticos… Sigue estudiando el Ministerio de Agricultura, en combinación con el señor Solbes, ministro de Economía, posibles actuaciones para paliar la crisis. Parece ser que pensaban escudarse en la Unión Europea para que ésta declarase que las posibles soluciones eran incompatibles con la normativa comunitaria, y así ahorrarse presupuesto y problemas; pero como ya sabíamos y así lo ha manifestado la Comisión, es decisión del gobierno español aprobar un gasóleo profesional, reduciendo hasta casi su totalidad el impuesto de hidrocarburos, bajando el IVA de los carburantes del 16 al 7 por ciento, e incrementando todas las deducciones fiscales de este sector así como los gastos de difícil justificación.
Como presidente de ASAJA de Castilla y León, pido a este Gobierno que gobierne, y a su máximo responsable, el señor Rodríguez Zapatero, que se acuerde de lo que prometió en campaña electoral: favorecer a los sectores más desprotegidos de la sociedad y consensuar con ellos las medidas encaminadas a ello. Lamentablemente, en el periodo que usted lleva ejerciendo como presidente de Gobierno y por tanto de los responsables de los ministerios afectados, al sector agrícola y ganadero no sólo no le ha favorecido, sino que su política le está perjudicando gravemente, y tanto los responsables de Ministerio de Agricultura, como de Medio Ambiente, Economía y Trabajo y Seguridad Social, ni han hablado, ni por supuesto, consensuado, punto alguno con el sector. Lisa y llanamente, o no han hecho nada para ayudarle, o lo que han hecho, por decreto, es para perjudicarle.