El modelo de explotación familiar, en el que se fundamenta la agricultura y la ganadería de la Comunidad Autónoma –como prueba el hecho de que la totalidad de las incorporaciones que en los últimos años llegan al campo son de chicos y chicas que toman el relevo de la explotación familiar– es el modelo que defiende ASAJA.
De hecho, en los mismos Estatutos de ASAJA de Castilla y León, se destaca como fines y funciones esenciales, “La promoción social de la familia agraria a través de la mejora de su renta y la adecuación y mejora de su calidad de vida” y “La defensa de la explotación familiar agraria”.
ASAJA fundamenta el apoyo institucional a la agricultura y ganadería familiar en los valores que aporta este modelo productivo: es más cercana a los consumidores; está más vinculada con el territorio y con el desarrollo del medio rural, y más comprometida con el medio ambiente; da mayor protagonismo a la mujer agricultora; garantiza la diversidad de producciones agrícolas y ganaderas; sustenta la actividad en las zonas de montaña y desfavorecidas, donde no existe otro modelo productivo; mantiene vivas las tradiciones, los usos y costumbres de generaciones anteriores de agricultores, que combinan con los desarrollos tecnológicos modernos; y es garante de la producción de alimentos de calidad.
Por ello, ASAJA apoya al cien por cien este AÑO INTERNACIONAL DE LA AGRICULTURA FAMILIAR, como ha proclamado 2014 la FAO.
Nuestra organización, además, ha pedido el compromiso del Gobierno regional con las explotaciones familiares, puesto que son raíz y soporte del sector agroganadero, y motor de la economía y sociedad de la Comunidad Autónoma en su conjunto, puesto que las inversiones repercuten en todo el medio rural.