Este mes de mayo, a parte de San Isidro y esperemos un tiempo que acompañe la cosecha de cereal de la región, traerá las elecciones municipales y autonómicas. Culmina así una nueva legislatura de Juan Vicente Herrera, la segunda en el departamento de Agricultura para Silvia Clemente.
Donaciano Dujo. Presidente de ASAJA de Castilla y León
Este mes de mayo, a parte de San Isidro y esperemos un tiempo que acompañe la cosecha de cereal de la región, traerá las elecciones municipales y autonómicas. Culmina así una nueva legislatura de Juan Vicente Herrera, la segunda en el departamento de Agricultura para Silvia Clemente. Una consejera que está en las antípodas de otros que tratan de pasar desapercibidos, que hace cosas, unas buenas y otras no tanto, pero nadie puede decir que esté parada. Repasando estos cuatro últimos años, hay puntos especialmente relevantes. Uno, haber logrado en Castilla y León, con el esfuerzo aglutinador de la Junta y con la contribución de todas las organizaciones agrarias y cooperativas, hacer un frente común para reclamar una mayor profesionalización de la PAC. Esa defensa del ATP es tan justa y tan de cajón que, pese a las puntualizaciones del Ministerio y las reservas de Bruselas, va calando en todas las instituciones. Es verdad que en esta reforma se han quedado cortos, dejando todavía mucho “garbanzo negro” entre los perceptores de ayudas; pero también es verdad que el camino emprendido hacia la profesionalización es imparable.
Otro punto importante de estos últimos cuatro años es la consolidación del sello “Tierra de Sabor”, que se va haciendo más grande y ambicioso en su posicionamiento en los mercados. El tiempo y la PAC van dejando bien claro que las ayudas cada vez más son un apoyo que de nada sirve si no existe una estrategia sólida de mercado para los productos agrícolas y ganaderos: para 2020, se estima que las ayudas como mucho alcancen el 30% de los ingresos de la explotación, mientras que el 70% restante llegará vía precios. También mencionar la aprobación en este periodo de la Ley Agraria de Castilla y León, con el consenso de todos los grupos políticos del parlamento regional y agentes sociales y económicos. Una Ley pionera y con un gran potencial, que sin embargo no ha sido aún desarrollada.
En el plano político, durante estos cuatro años el sector agroalimentario ha sido un “balón de oxígeno” que ha permitido al presidente Herrera sacar pecho cuando el resto de sectores productivos renqueaban. El sector, en estos largos años de crisis, ha seguido funcionando y dando moderadas alegrías, en parte gracias a la exportación. Los agricultores y ganaderos han seguido trabajando y haciendo más competitivas sus explotaciones, por su propio compromiso profesional y también porque no quedaba más remedio, ya que Europa ha ido suprimiendo los sistemas de cuotas que quedaban. Son momentos cruciales para el sector primario, y así se percibía en las jornadas del ciclo “AgroHorizonte 2020”, celebradas estos primeros meses del año. En cada una de ellas se han reunido cerca de 250 profesionales del vacuno de carne, de leche, del ovino, del ibérico, de los herbáceos, de la remolacha, de la patata, hortícolas y frutas, del vino, de los jóvenes y mujeres. Se han escuchado muchos puntos de vista, opiniones de expertos, cosas buenas que tenemos y que debemos potenciar, y otras no tan buenas o directamente malas que hay que cambiar y rectificar para poder afrontar el futuro. Una reflexión y autocrítica importante, porque todos debemos asumir las responsabilidades que nos corresponden para lograr un sector más competitivo y ampliar mercados. Doy especial importancia a ese diálogo entre todos, a ese café o vino compartido entre conferencia y debate, porque muchos de nuestros males parten precisamente de esa manía de ir cada uno por su lado, de no ponernos de acuerdo ni cuando eso significa ir contra nuestros propios intereses.
Ahora llega el 24 de mayo y no sabemos qué pasará después de esa fecha. Todo lo que hasta aquí se ha conseguido, pese a ser como todo en la vida mejorable, no se puede desperdiciar. Espero que los que vengan respeten el empuje y empeño puesto en Tierra de Sabor, en la Ley Agraria o en AgroHorizonte, iniciativas en las que hemos participado activamente desde el sector. ASAJA, vengan unos u otros tras las elecciones, aquí estará. A Dios rogando y con el mazo dando.