Ponemos dos tareas muy urgentes para la Administración: la primera, que pague de manera urgente todo lo pendiente del PDR anterior, un retraso que tanto daño están haciendo a los agricultores y ganaderos. La segunda, que ponga desde ya todos los medios necesarios para aprobar los expedientes de la nueva convocatoria con rapidez y eficacia
Donaciano Dujo. Presidente de ASAJA Castilla y León
Tuvieron que llegar Todos los Santos para cerrar la convocatoria de incorporación de jóvenes y mejora de explotaciones. Claro que a todos los santos han rezado nuestros agricultores y ganaderos desde que presentaron sus solicitudes allá por 2011 y 2012, solicitudes aprobadas y ya realizadas todas las inversiones en 2013, y aún rezando todavía muchos no han cobrado las ayudas que les corresponden. Esperemos que cambie esto en estas próximas semanas –cada vez que preguntamos nos prolongan el plazo de abono un poco más–, y confiemos que con este nuevo programa del PDR no existan las zancadillas económicas que hemos tenido que soportar en el periodo anterior.
Desde el 2011 la administración no había convocado la línea de ayudas a la mejora de explotaciones, y también había pasado año y medio desde el último programa de incorporación de jóvenes. Desde la entrada de nuestro país en la Unión Europea, con aquel Real Decreto 808, la modernización del campo ha estado muy ligada a la evolución del programa de desarrollo rural. Hay inversiones que se efectúan sin su respaldo, pero sí es cierto que un buen número de agricultores y ganaderos aprovechan estas ayudas para dar un impulso necesario a su explotación, bien en maquinaria, bien en infraestructuras o sistemas productivos. Es una convocatoria esperada por los profesionales del campo, y casi más aún por empresas que suministran al sector, como las firmas de maquinaria. Y es importante invertir, pero también medir el impacto real y necesidad de esa inversión, como bien sabrán los cerca de dos mil profesionales que han solicitado un plan de mejora, sopesando que el esfuerzo económico redunde en una mejora de los resultados de sus explotaciones. No son pocos los que han sufrido en sus carnes, y durante muchos años, las consecuencias de endeudarse pagando maquinaria o construcciones que realmente no necesitaban.
En cuanto a esta convocatoria en sí y las condiciones de la nueva programación de desarrollo rural, se confirma lo ya denunciado por ASAJA: que una vez más los políticos han creado expectativas e ilusiones infundadas en la gente con promesas que solo son propaganda. Lo comprobará el joven que oyó aquello de los 70.000 euros de ayuda para incorporarse, y que luego recibirá con suerte una media de 35.000; lo comprobarán los que presenten planes de mejora y se les auxilie con un porcentaje inferior al que hasta ahora existía. Lo único que crecen son los requisitos a cumplir y las desigualdades en el tratamiento de unos y otros agricultores y ganaderos, según la zona en la que estén o los cultivos o sectores que tengan, como si fuera tan fácil elegir lo que uno produce.
Desde ASAJA, ponemos dos tareas muy urgentes para la Administración: la primera, que pague de manera urgente todo lo pendiente del PDR anterior, un retraso que tanto daño están haciendo a los agricultores y ganaderos. La segunda, que ponga desde ya todos los medios necesarios, técnicos y humanos, para aprobar los expedientes de la nueva convocatoria con rapidez y eficacia. Así los profesionales del campo podrán realizar cuanto antes los planes de mejora solicitados, que por cierto no solo benefician al rendimiento y productividad de las explotaciones: entre lo que aporta el sector y las ayudas, suman cerca de 200 millones de euros de inversiones que dan vida a la economía rural.
* Artículo publicado en el suplemento agrario de El Mundo de Castilla y León