Navegar a la deriva en un mundo globalizado, teniendo por competencia a potencias como Estados Unidos, Rusia, China… y pensar que vas a ganar la partida es ingenuo. Lo sería para España, y lo es para el Reino Unido. En ASAJA apostamos por una Europa fuerte.
Donaciano Dujo. Presidente ASAJA Castilla y León
Dicen que no es posible escarmentar en cabeza ajena, y por desgracia así suele ser a lo largo de nuestra vida. Deberíamos saber aprovechar las enseñanzas que nos ofrecen los demás, a través de sus éxitos, pero sobre todo de sus fracasos, porque es de los errores de lo que más se aprende. Estos días el Reino Unido nos ofrece una de esas lecciones que no deberíamos olvidar, ni como país, ni como personas.
Para los agricultores y ganaderos, la Unión Europea no es solo una bandera, o unos señores con traje oscuro y corbata que emplean horas y horas para redactar un reglamento. La Unión Europea está muy presente en el día a día de nuestro sector: marca normas, interviene en los conflictos y, sí, reparte las ayudas de la PAC. Unas ayudas que significan una media del 35-40 por ciento de la renta anual del agricultor español, pero que son hasta el 50 por ciento de las ganancias del agricultor británico. Un porcentaje importante. Pero, aún así, ha salido el brexit, y dicen que muchos de los que lo han apoyado son de zonas rurales. El mismo ministro de Agricultura hizo campaña a favor de salir de Europa, seguramente pensando que no saldría, pero calibrando que su demagogia quedaba bien de cara a la galería sus votantes.
Ahora que contra lo que se esperaba han conseguido su objetivo, todo son lloros. Mientras todo quedaba en palabras y protestas, en echar la culpa de todos sus males a Bruselas, estos partidarios de separarse de todos se pavoneaban; ahora, que llega el momento de hacer cuentas, con el país dividido, con las bolsas a la baja, con las empresas amenazadas, ya no sonríen tanto.
Todos tenemos a veces ese deseo de ir por la calle de en medio y hacer el mundo a nuestra manera. Desde luego que hay muchas cosas que mejorar en la política comunitaria, que se traza de puertas para adentro, por una complicada maquinaria burocrática que acostumbra a perderse por las ramas y complicar hasta el infinito las cosas a los agricultores y ganaderos. Pero navegar a la deriva en un mundo globalizado, teniendo por competencia a potencias como Estados Unidos, Rusia, China… y pensar que vas a ganar la partida es ingenuo. Desde luego para España, que todavía percibe más fondos de los que aporta a Europa, tanto en la financiación de la Política Agrícola Común como en los fondos de cohesión, ir de por libre sería un suicidio. Y lo es para el Reino Unido, aunque aporte más, porque le convierte no solo en una isla geográfica, que ya lo es, sino también económica.
En estos tiempos revueltos, desde ASAJA apostamos por una Europa fuerte, competitiva y orgullosa de ser el referente máximo mundial en productos agroganaderos líderes en calidad, seguridad y sostenibilidad. Los Estados miembros no tienen que amilanarse, sino por el contrario levantar la cabeza y seguir trabajando con convicción y esfuerzo por el proyecto europeo
Que Dios nos libre de políticos que echan mano del populismo y de halagar el oído de la gente para llevarse los aplausos. Porque ellos luego se buscan otro sitio, y bien pagado, pero a nosotros nos dejan los países patas arriba.
*Artículo publicado el lunes 4 de julio en Mundo Agrario, suplemento de campo de El Mundo de Castilla y León
