“Un total de 24.000 agricultores y ganaderos de Castilla y León pueden acogerse al cese anticipado en la actividad agraria, según informe facilitado por el Ministerio de Agricultura. Entre las modificaciones introducidas figuran la supresión del requisito de que la explotación del titular que cesa en la actividad agraria genere una producción anual superior a 500.000 pesetas. Con ello se amplía el colectivo de potenciales beneficiarios, incluyendo explotaciones de pequeño tamaño. Otra de las novedades es la posibilidad de ejercer el derecho al cese anticipado del padre con la consiguiente trasmisión de la propiedad al hijo. Este derecho rige en los casos en que el hijo es titular de una explotación agraria distinta a la del padre, o bien cuando lleva tres años como agricultor en la explotación familiar.
Las indemnizaciones por el cese anticipado serán de 645.000 pesetas por explotación, cuando titular no tiene cónyuge a su cargo; de 745.000 pesetas por explotación, cuando el titular tenga cónyuge a su cargo; de un millón de pesetas cuando el titular y el cónyuge sean cotizantes a la Seguridad Social en función de su actividad agraria. Según el Ministerio, el programa de cese anticipado tiende a facilitar el rejuvenecimiento de la población agraria y, por lo tanto, vincula el cese de los agricultores mayores de 60 años con la venta o el arrendamiento de la explotación a un agricultor menor de 45 años. No obstante, el agricultor que cesa puede mantener a su disposición una parte de la superficie de su explotación destinando está a la producción de alimentos para consumo familiar, o a la repoblación con especies forestales. De esta forma, si destinan la parte autoriza de su terreno a la repoblación forestal, los beneficiarios de este programa pueden generar a su vez nuevos recursos, pudiendo percibir durante diez años una prima anual de 30000 pesetas por hectárea repoblada”.
Publicado en Diario de Burgos en enero de 1991
Depósito: Prensa Histórica, Ministerio de Cultura