Superada la primera quincena de octubre, cuando deberían haberse iniciado hace un mes las siembras y concluido o avanzado tareas de recolección de diversas producciones, las copiosas y continuas lluvias están ralentizando las tareas habituales de la agricultura de Castilla y León.

El río Sequillo, a su paso por los pueblos de León, estos días no hace honor a su nombre. Foto: Abel

A pesar de que el agua es un bien preciado por el sector, tanto para la agricultura como por supuesto para garantizar pasto a la ganadería, lo cierto es que a día de hoy los agricultores no pueden entrar en sus fincas, y así se constata en las oficinas de ASAJA, punto de encuentro de muchos profesionales.

Así, sigue sin recogerse una importante superficie de girasol, lo que afectará además a la preparación de esas tierras para las siguientes siembras. También siguen en tierra parte de las hectáreas de patata, y se teme por su estado sanitario. Las alubias de León siguen igualmente sin cosechar, cuando ya debería haberse acabado prácticamente esta tarea. Por supuesto, tampoco se ha avanzado nada en la recolección de maíz y remolacha, y de hecho se han pospuesto las aperturas de las fábricas por falta de producto.

En lo que respecta a las siembras, solo se avanzó algo los primeros días con la colza y las vezas, pero después prácticamente no se ha avanzado nada en ninguna provincia de Castilla y León. En la zona norte llueve desde el comienzo de la sementera y los campos están encharcados, y en la sur al principio no se podían hacer las labores por no haber tempero y ahora también están impracticables por la lluvia.

Así las cosas, los agricultores esperan que el tiempo se estabilice y haya unas cuantas semanas que permitan que el terreno se seque y se pueda sembrar. Cuanto más se retrasen las labores, más puede disminuir la superficie de cereal, que en las últimas campañas está en retroceso, principalmente por la falta de rentabilidad que se obtiene del cereal, a causa de los altos costes de producción y los bajos precios de venta del grano. Cuanta más superficie no se siembra en invierno, mayor empuje podrían experimentar cultivos de primavera como el girasol. Aunque es pronto para hacer vaticinios. Todo dependerá del tiempo en estas próximas semanas.