Desde mañana comienzan a computar los diez días hábiles que tendrán los titulares de explotaciones agrarias de Castilla y León con cultivos de remolacha, patata y otros cultivos hortícolas, regados con aguas subterráneas y a titulares de explotaciones ganaderas de patos y ocas, para poder recibir la ayuda de la Junta para compensar pérdidas por la crisis derivada de la guerra en Ucrania.
Hoy se publica la orden que regula la concesión, que incluye un anexo con la relación de beneficiarios que cumplen los requisitos y el importe correspondiente a cada uno de ellos, diferenciada por los sectores correspondientes a las ayudas. Para que la concesión de la ayuda sea efectiva, todos y cada uno de los beneficiarios deberán aceptar la ayuda, así como presentar, en plazo de 10 días, la declaración responsable sobre la concurrencia de pérdidas económicas en su explotación agraria derivadas del conflicto bélico.
De los 14,2 millones anunciados en septiembre por el consejero, Gerardo Dueñas, para sectores que aún no han recibido ningún apoyo de las administraciones y que como al resto les afecta la crisis agudizada tras la invasión rusa en Ucrania, hace unos días se autorizó la concesión de subvención directa de 9,84 millones, dirigidos al cebo de vacuno de animales de la propia explotación, la avicultura de puesta, los pavos, el porcino y la apicultura, y ahora le toca el turno a superficies de regadío con altos costes energéticos, ocas y patos, que recibirán los cerca de 4 millones de euros restantes.
La ayuda al regadío se dirige principalmente a 1.507 titulares de explotaciones agrícolas con cultivos de remolacha, patata y otros cultivos hortícolas, regados con aguas subterráneas, por un importe de 4.004.382 euros. También se cubre en esta concesión las explotaciones ganaderas de patos y ocas, ocho en total en la comunidad.
ASAJA echa a faltar que el apoyo al regadío no fuera más amplio, para cubrir la totalidad de la superficie regada por sondeo, que es la que soporta los mayores costes energéticos. También deberían recibir apoyo los agricultores que, aun siendo de regadío, han visto limitado severamente el recurso este año, puesto que en amplias zonas de la comunidad hubo que dejar de regar casi al principio del ciclo, lo que se ha traducido en reducciones productivas muy importantes.