Jean Castex, Primer Ministro de Francia, anunció ayer las medidas del plan de resilencia para apoyar a la economía gala ante las consecuencias de la guerra en Ucrania. Este paquete de medidas incluye a todos los sectores económicos, incluida de forma especial la agricultura, porque el aumento de los precios de la energía se produce en un contexto de costes de producción excepcionalmente altos.
Según anunció Castex, se presupuestarán 400 millones de euros para ayudar a los ganaderos ante la subida de los precios de los piensos . Las ayudas se destinarán a las explotaciones que sean muy dependientes de la compra de alimentos y que sufran pérdidas vinculadas a este incremento. Se extenderá por un período de cuatro meses, con primeros pagos dentro de dos meses. El sistema se concretará tras consultar el ministro de Agricultura a los representantes del sector en los próximos días.
El gobierno francés también anunció, además de los 15 céntimos sin IVA de ayuda por litro de combustible (en vigor desde el 1 de abril para todos los consumidores), una devolución anticipada del TICPE 2021 y previa solicitud, un depósito del 25% del TICPE 2022 pagado, previa declaración, a partir del 1 de mayo de 2022.
Las explotaciones pueden acogerse a las ayudas a empresas con alto consumo de gas y electricidad. Aquellos cuyos gastos de gas y electricidad representen al menos el 3% de las cargas, y que serían deficitarios en 2022, verán cubierta la mitad de los gastos energéticos excedentes dentro del límite de sus pérdidas.
Finalmente, se destinarán 60 millones de euros adicionales al pago de las cotizaciones a la seguridad social a partir de este año.
Para proteger a los productores ante este nuevo aumento de cobros , se abrirán nuevas negociaciones comerciales para adecuar los contratos. Todos los actores de la cadena alimentaria serán reunidos mañana viernes los ministros de Economía y Agricultura.
El gobierno también está planificando un «plan de seguridad de fertilizantes», en particular para la campaña de otoño de 2022. Esto implica, entre otras cosas, adaptar o posponer medidas regulatorias que podrían afectar la disponibilidad de fertilizantes y desarrollar el uso de fertilizantes orgánicos producidos en Francia.
A más largo plazo, el gobierno francés quiere acelerar la transformación y la salida de las dependencias. Por lo tanto, se desarrollará un plan de “ soberanía del nitrógeno ” para promover los abonos verdes y hacer un mayor uso de los fertilizantes orgánicos. El fortalecimiento del plan de proteínas vegetales también está previsto a través del plan Francia 2030. Las autoridades públicas también establecerán un «plan de soberanía energética agrícola y alimentaria «, así como un plan de soberanía dedicado a las frutas y verduras.
Los datos apuntan que la inflación a un año en Francia podría superar el 4% a finales de marzo, con una caída paralela del poder adquisitivo. Y la subida de los precios de la energía podría provocar una mayor pérdida de actividad. Hay que tener en cuenta que la situación en España es aún peor, puesto que se apunta una inflación superior al 7%.