Respondiendo a la petición del sector, el FEGA confirmaba a principios de julio que, como medida excepcional para sortear las consecuencias de la pandemia, el cobro de la ayuda asociada del ovino correspondiente a la solicitud PAC recientemente presentada no estaría supeditada a la producción mínima de 0,6 corderos o cabrito por animal. Así, si ha cobrado esta ayuda y cumplido ese requisito cualquiera de los tres años anteriores (2017, 2018 o 2019), el ganadero percibirá igualmente la ayuda de este año, aunque no haya llegado a este umbral mínimo de producción hasta la fecha computada para la convocatoria 2020, el pasado 31 de mayo).
Tras consultar sobre el particular a la administración, es importante aclarar que esta excepcionalidad se refiere a la campaña de ayudas 2020, que a efectos administrativos comprende el periodo productivo que abarca desde el 1 de junio de 2019 al 31 de mayo de 2020. Ahora mismo estamos ya a efectos administrativos en la siguiente campaña, la 2021, iniciada el pasado 1 de junio y que concluirá el 31 de mayo de 2021. Es decir, por el momento para esta nueva campaña rigen las reglas y requisitos generales (incluido el umbral de producción mínima) y solo al final de la misma, la Administración permitiría excepciones si la evolución de los mercados por la pandemia así lo recomendara.
ASAJA pidió para las ayudas 2020 que se contemplara esta reducción productiva, y estará vigilante de cómo evolucione el mercado para reclamar esta posibilidad si así fuera necesario para tratar de aligerar en lo posible un mercado muy débil en el que las ventas están resultando muy complicadas a causa del descenso de la demanda por la pandemia.