Carlos Raúl Carabias tiene una explotación de leche junto a sus hermanos en la localidad salmantina de Alaraz. Con cerca de 340 cabezas incluida la recría, está considerada como una de las más avanzadas en el uso de tecnología.
C.R./ José Manuel Blanco
Carlos Raúl Carabias tiene una explotación de leche junto a sus hermanos en la localidad salmantina de Alaraz. “Formamos una cooperativa, que principalmente es de vacuno de leche pero también tenemos cereales y un poco de regadío, unas 17 hectáreas de maíz, que son para autoconsumo”, asegura.
Pese a encontrarse en un sector en crisis, este socio de ASAJA-Salamanca, considera que el problema está en el encarecimiento de la materia prima. “La leche tiene un poco de crisis perpetua, como todo el sector. En realidad, los precios de la leche no es que estuvieran tan mal, sino fuera por lo caro que son las materias primas, que obligan a ir con unos márgenes muy limitados casi siempre”, subraya.
La explotación lechera de los hermanos Carabias en Alaraz, que está formada por unas 340 cabezas incluida la recría, está considerada como una de las más avanzadas en el uso de tecnología. “Nosotros hemos visto algunas que van más allá y otra similares. Lo que hemos hecho es meter robots de ordeño, que nos quitan una carga importante de trabajo, al tiempo que la ubre de la vaca gana en salud”, subraya.
La apuesta por la tecnología también tiene otras compensaciones para Carlos Raúl Carabias. “hemos notado una diferencia grande porque ahora tenemos más tiempo para otras cosas, sobre todo para las campañas de siembra y verano”, indica este ganadero que en la actualidad tiene unas 130 cabezas en ordeño. Por otra parte, los hermanos Carabias también ceban los terneros que producen sus propias vacas.
Raúl destaca la importancia que tiene ser socio de ASAJA. “Es un asesoramiento continuo, y actualizado. La verdad es que vengo mucho porque hay muchas cosas que están cambiando y aquí me atienden perfectamente, dándome toda la información”, explica.
