Jonathan Vera Mayor es un agricultor de 30 años que tiene su explotación en Omeñaca, a unos 25 kilómetros al este de Soria capital.
C.R./ Nacho Prieto
Jonathan Vera Mayor es un agricultor de 30 años que tiene su explotación en Omeñaca, a unos 25 kilómetros al este de Soria capital. Sus preferencias en el tiempo libre del que dispone se centran en la lectura y en hacer deporte, a poder ser, a diario. Lleva cuatro años instalado como joven agricultor.
Confiesa que decidió ser agricultor porque “la agricultura y la ganadería me han gustado desde siempre, desde que era pequeño ayudaba a mi familia en ambas cosas los fines de semana y en temporadas de mucho trabajo. Cuando tuve las condiciones favorables decidí instalarme”.
Preguntado acerca de qué es lo que cambiaría en el campo para mejorarlo, lo tiene claro: “Aunque hay varios aspectos en nuestra profesión que son claramente mejorables, considero que hay algunos puntos clave para asegurar cierto futuro y el relevo generacional, como que las ayudas de incorporación a la agricultura o la ganadería deben ser imprescindibles, dada la fuerte inversión económica que hay que hacer al principio”.
A los jóvenes que dudan si entrar o no en la agricultura o la ganadería, les envía un mensaje muy sincero y directo: “Que se decanten por el campo, pero siempre y cuando entren pensando en dedicarse completamente a ello, porque lo verdaderamente importante es que les guste y tengan muchas ganas de trabajar”.
Lo que le parece más grato de su trabajo es que “no estás atado a un horario fijo ni estricto y puedes organizarte como quieras”. Sin embargo, reconoce que el único inconveniente es que “con los animales se trabaja todos los días del año”.