ASAJA ha criticado con dureza la reducción en casi un 20 por ciento de la devolución del impuesto de hidrocarburos del gasóleo agrícola utilizado en maquinaria y tractores que perciben los agricultores y ganaderos. Donaciano Dujo, considera este recorte un “ataque y un desprecio al campo de Castilla y León, paralizado por la sequía más importante del último cuarto de siglo, y que en vez de recibir ayudas lo que recibe son palos”.
ASAJA ha criticado con dureza la reducción en casi un 20 por ciento de la devolución del impuesto de hidrocarburos del gasóleo agrícola, utilizado en maquinaria y tractores, que perciben los agricultores y ganaderos. El presidente de ASAJA de Castilla y León, Donaciano Dujo, considera este recorte un “ataque y un desprecio que prueba la total desconexión del Gobierno de Mariano Rajoy respecto a lo que hoy está ocurriendo en el campo de Castilla y León, paralizado por la sequía más importante del último cuarto de siglo, y que en vez de recibir ayudas lo que recibe son palos, como este recorte”.
Se da el agravante, además, de que la reducción de la devolución del impuesto, que pasa de 78,71 € a 63,71 por cada 1.000 litros, se ha conocido tras publicarse la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2017, lo que consolida en la normativa la decisión del Gobierno, “sin que en ningún momento se avisara o se consultara con el sector sobre la intención del Ministerio de Hacienda de hacer este cambio”, subraya ASAJA.
El impacto de esta medida será muy importante para la agricultura y en especial para la de Castilla y León, comunidad en la que predominan las producciones extensivas, que son grandes consumidoras de gasóleo. Si se considera una media de consumo de 10.000 litros de gasóleo/año por explotación, la reducción de la ayuda implicará una pérdida media de 150 euros para cada agricultor, cifra que puede doblarse en el caso de explotaciones netamente de secano. Así pues, podría estimarse que el sector de Castilla y León perderá con este cambio más de 11 millones de euros cada campaña. Una cifra muy importante, más en años como el presente, en que todo son gastos y no hay ingresos.