Nuestra política ganadera es vergonzosa. El mercado lácteo se ha recuperado en toda Europa menos en España, donde las industrias no paran de atornillar al sector, y todo con el consentimiento del Gobierno y de las comunidades autónomas.
La ineficacia de una industria láctea obsoleta repercute en un sector primario que no es capaz de hacer valer lo suyo. El Gobierno deja que los ganaderos españoles se arruinen, que abandonen la actividad para copen nuestros mercados los franceses y los alemanes. La leche vale en España cinco céntimos de euro en litro menos que la media europea.
La leche ha subido en los últimos doce meses un 25 por ciento de media en el conjunto de la Unión Europea, pero solo el 7 por ciento en España: así puede comprobarse en un informe divulgado por el propio Ministerio. Y todo esto, siendo España país deficitario en la producción de leche. Ahora los enemigos de los ganaderos no están en Europa, están muy cerca de casa: los Marcos, los Pascual, los Tejerina….