A partir del mes de enero la edad de jubilación se retrasa hasta los 65 años y seis meses, salvo para quienes hayan cotizado 36 años y seis meses o más, en cuyo caso podrían retirarse a los 65 años.
La mayoría de los agricultores y agricultoras que ahora se jubilan comenzaron a cotizar muy pronto, por lo que suelen estar dentro del grupo de quienes se jubilan con 65 años. Para quienes se jubilen en el 2018, se le calcula el importe de la pensión teniendo en cuenta la cotización de los últimos 21 años. El incremento de las pensiones para el año 2018 es de tan solo el 0,25 por ciento.
Reducción por la mayor esperanza de vida
Es importante tener en cuenta que a partir del 2019, para calcular la pensión de jubilación se va a aplicar el factor de sostenibilidad, en el que se tiene en cuenta la esperanza de vida de los futuros jubilados en ese momento, y teniendo en cuenta que la esperanza de vida tiende a aumentar, la cuantía mensual de la pensión se reducirá. Y eso, sumado a las ya de por sí bajas bases de cotización del sector agrario y ganadero, hará que las pensiones sean en general pequeñas.