Los ganaderos han bajado las vacas y caballos de los pastos altos de montaña
Autor: JAT
Las primeras nevadas del otoño y en general un cambio brusco de la climatología, han obligado a los ganaderos a bajar sus vacas y caballos de los puertos altos hacia pastos de bajura más próximo al pueblo. Muchos de estos pastos de puertos de montaña en los que una buena parte del año se alimentan las vacas y caballos en las ganaderías de producción de carne en régimen extensivo, estarán a partir de ahora cubiertos de nieve, y en caso contrario con el riesgo de sufrir una fuerte nevada que aislaría a los animales si se encontrasen todavía en ellos. Los rebaños trasterminantes de ovejas ya abandonaron la montaña en el mes de septiembre. Los pastos de los puertos son por lo general de titularidad de las juntas vecinales o ayuntamientos y muchos tienen la consideración de montes de utilidad pública, por lo que su aprovechamiento, de carácter estacional, está regulado por la Junta de Castilla y León, quien cobra una tasa que después se revierte en mejoras para el monte.
En los meses más crudos del invierno las vacas pastan en los pardos en las proximidades de los pueblos, donde las nevadas son menos copiosas y además los animales tienen más fácil resguardo de las inclemencias climáticas bajo árboles y arbustos. También en estos pastos es más fácil para el ganadero suplementar la alimentación cuando la hierba escasea o el campo está cubierto de nieve o fuerte escarcha, un suplemento alimenticio que suele ser a base de heno recogido en primavera en la propia explotación , o forrajes secos, paja de cereal o subproductos agrícolas adquiridos fuera.
Aunque estos animales soportan muy bien las bajas temperaturas y son muy poco exigentes si no tienen enfermedades y disponen de alimentos y agua, en algunos pueblos el clima es tan crudo que muchos días hay que recogerlos en los establos o tendejones, sobre todo los terneros y vacas que amamantan a sus crías. Es habitual también trasladar a los animales a pastos de invierno dentro o fuera de la provincia donde el clima es menos duro.
La cabaña ganadera de vacuno y equino en extensivo ha crecido en los últimos años, sobre todo en el número de animales por explotación, y muchos jóvenes que se han incorporado al sector lo han hecho en esta actividad. Los duros y largos meses de invierno son el principal inconveniente de esta actividad que basa su rentabilidad en los bajos coste de alimentación, lo que se garantiza cuando hay buenos pastos, en la escasa mano de obra para el manejo, y en inversiones poco costosas en establos y apriscos.